El Gobierno nacional dispuso la disolución de la Comisión Nacional de Ética Biomédica, creada en 1998, y la creación de la Comisión Nacional de Bioética, según un decreto publicado el 18 de diciembre de 2025 en el Boletín Oficial. La nueva comisión funcionará en el ámbito del Ministerio de Salud y estará presidida por el titular de esa cartera, quien designará a seis miembros titulares y tres suplentes, todos con funciones ad honorem y mandatos de cuatro años renovables.

La medida responde a la necesidad de actualizar la estructura ética en el sector salud, ante los avances científicos y tecnológicos que plantean nuevos desafíos legales y sociales. El decreto señala que la anterior comisión no cumplió con sus objetivos y que la nueva estructura permitirá centralizar la gestión de los procesos de evaluación ética, evitar solapamientos y fortalecer la coordinación entre organismos.

Entre las funciones de la Comisión Nacional de Bioética se destacan el asesoramiento al Poder Ejecutivo y otros organismos estatales en temas de bioética, la acreditación de comités de ética en investigación y la promoción de la formación y el debate en la materia. Además, se crea un Consejo Federal Asesor de Ética en Investigación, integrado por representantes de todas las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que colaborará en la acreditación de comités y en la difusión de buenas prácticas.

El Ministerio de Salud proveerá los recursos necesarios para el funcionamiento de la comisión, que podrá invitar a participar en sus reuniones a entidades académicas, científicas y profesionales de reconocida experiencia. El decreto enfatiza la importancia de la independencia y la transparencia en la selección de los miembros, así como la necesidad de garantizar la protección de los derechos de las personas involucradas en investigaciones biomédicas.

Con esta medida, el Gobierno busca dotar al país de un organismo único y rector en materia de evaluación ética, alineando la normativa nacional con los estándares internacionales y promoviendo la transparencia y la coherencia en la aplicación de los principios bioéticos.