La justicia federal argentina investiga la aparición de una pintura robada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, tras ser identificada en una vivienda de Mar del Plata. El cuadro, "Retrato de dama" del artista italiano Giuseppe Ghislandi, fue sustraído en 1940 a Jacques Goudstikker, un comerciante de arte judío neerlandés, durante la ocupación alemana de los Países Bajos. La obra reapareció en fotografías de un anuncio inmobiliario, lo que motivó la intervención de la justicia y la denuncia de Interpol y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).

Patricia Kadgien, hija de Friedrich Kadgien, exjerarca nazi vinculado a Hermann Göring, y su esposo fueron detenidos bajo arresto domiciliario por 72 horas, acusados de encubrimiento y ocultamiento de la pintura. La investigación incluyó cuatro allanamientos en distintos domicilios de Mar del Plata, aunque la obra no fue recuperada. En los procedimientos se secuestraron teléfonos celulares, armas y otros elementos de interés para la causa. El fiscal federal Carlos Martínez, a cargo del caso, sostiene que el delito de encubrimiento sigue vigente, dado que se cometió en el contexto de genocidio y, por tanto, es imprescriptible.

La familia Kadgien, a través de su abogado, presentó una demanda civil reclamando la propiedad del cuadro, argumentando la prescripción de cualquier reclamo del dueño original. Sin embargo, la justicia argentina y neerlandesa consideran que la obra sigue siendo robada y debe ser restituida. El caso ha generado un debate legal sobre la competencia de la justicia civil y penal, así como sobre los derechos de propiedad y la imprescriptibilidad de delitos cometidos en el marco del genocidio nazi.

El caso salió a la luz internacionalmente tras la investigación de medios neerlandeses y la publicación de la imagen del cuadro en el anuncio inmobiliario. La familia Goudstikker, especialmente su nuera Marei von Saher, ha buscado la restitución de las obras saqueadas durante décadas. Expertos en arte y autoridades neerlandesas han confirmado la autenticidad de la pintura y su condición de pieza robada. La investigación continúa bajo secreto de sumario, con colaboración entre la justicia argentina y la de Países Bajos, mientras se mantiene la búsqueda de la obra y se dirimen los derechos de propiedad.