Gastón Zárate, conocido como "el perejil" por su recordada implicación en el caso Nora Dalmasso, fue detenido este sábado en Río Cuarto, Córdoba, tras una pelea que terminó con la muerte de Rubén Ezequiel Acuña Ustarroz, de 37 años. El hecho ocurrió en el complejo deportivo El Águila, donde Zárate jugaba al fútbol junto a sus hijos adolescentes. Según fuentes policiales y judiciales, una discusión a la salida del partido derivó en una violenta pelea, en la que Zárate habría golpeado a la víctima con una barra de hierro de unos 40 centímetros, provocándole la muerte en el acto.

Testigos del incidente confirmaron que Zárate utilizó el hierro como arma homicida. Tanto él como su hijo fueron retenidos por la policía, aunque solo Zárate quedó formalmente detenido e imputado por homicidio simple. La investigación está a cargo del fiscal Javier Di Santo, el mismo que en 2007 lo había imputado en la resonante causa Dalmasso, de la que luego fue desvinculado y sobreseído en 2011 tras una fuerte reacción social que incluyó marchas multitudinarias en Río Cuarto.

El cuerpo de Acuña Ustarroz fue remitido a la morgue para la autopsia, cuyos resultados serán clave para determinar la mecánica del crimen. Mientras tanto, la justicia continúa tomando declaraciones a los testigos y analizando las pruebas reunidas en la escena. Fuentes judiciales señalaron que el caso está "prácticamente esclarecido" por la contundencia de los testimonios y las evidencias recabadas.

El arresto de Zárate vuelve a poner en el centro del debate su figura pública, marcada por el antecedente de haber sido considerado un "chivo expiatorio" en el caso Dalmasso, uno de los más mediáticos e impunes de la historia judicial argentina. La sociedad local sigue atenta al desarrollo de la investigación y a las decisiones judiciales que se tomen en los próximos días, mientras el caso genera conmoción y revive viejas polémicas sobre el accionar de la justicia en Río Cuarto.