Una organización dedicada al contrabando de aceite de soja fue desarticulada en la frontera entre Argentina y Bolivia, tras un operativo encabezado por la Fiscalía de Salta y la Gendarmería Nacional. Cuatro personas fueron imputadas por contrabando agravado, y uno de ellos también enfrenta cargos por tentativa de homicidio tras disparar contra un comandante de Gendarmería durante un allanamiento.

Según la investigación, la banda operaba desde 2022 utilizando un sistema de mangueras que conectaba la localidad salteña de Salvador Mazza con la ciudad boliviana de Pocitos. El grupo adquiría aceite de soja en plantas de Santa Fe, lo trasladaba a Salvador Mazza y, desde allí, lo transfería a camiones más pequeños para finalmente cruzarlo a Bolivia de manera clandestina.

El operativo, realizado el pasado viernes, permitió incautar más de 30 toneladas de aceite y detener a los principales sospechosos. Durante el procedimiento, el presunto cabecilla de la banda abrió fuego contra un comandante de Gendarmería, hiriéndolo en el brazo, aunque el oficial se encuentra fuera de peligro gracias a su chaleco antibalas. "A pesar de haber sido advertido sobre el carácter oficial del procedimiento, el imputado disparó y fue reducido rápidamente", detallaron los fiscales.

Las autoridades estiman que la organización generó ingresos ilegales por al menos 2,4 millones de dólares y provocó un perjuicio fiscal de 720.000 dólares por derechos de exportación no ingresados. Además, se investiga el impacto de la falta de liquidación de divisas en el mercado cambiario oficial.

El juez federal de Orán, Gustavo Montoya, hizo lugar al pedido de prisión preventiva para los cuatro imputados y autorizó nuevas diligencias para avanzar en la desarticulación definitiva de la red. El caso pone en evidencia la sofisticación de las maniobras de contrabando en la región y el riesgo que enfrentan las fuerzas de seguridad en la lucha contra el delito organizado.