Un joven de 24 años permanece internado en estado crítico tras haber sido baleado frente a su casa en el barrio Villa Itatí, en la zona sudoeste de Rosario. El ataque ocurrió en la tarde del miércoles, alrededor de las 18 horas, en la cuadra de Garibaldi al 2600, cuando la víctima, identificada como Uriel Alejandro F., se encontraba junto a familiares en la puerta de su vivienda.

Según los primeros informes policiales y testimonios de vecinos, varios agresores se aproximaron en un vehículo gris y abrieron fuego contra el joven, quien recibió múltiples disparos. La situación generó alarma en el barrio y motivó la rápida intervención de personal de emergencias. Fue su propia novia quien lo trasladó en moto al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), donde ingresó al área de cuidados intensivos con pronóstico reservado.

La Unidad Fiscal de Homicidios Dolosos, bajo la dirección de la fiscal Georgina Pairola, inició la investigación del caso, analizando cámaras de seguridad y recabando testimonios para esclarecer los motivos y la autoría del ataque. "Estamos trabajando para determinar las circunstancias y los responsables de este hecho", señaló una fuente judicial.

Este episodio se suma a una serie de hechos violentos ocurridos en Rosario en los últimos días. Tan solo un día antes, Agustín Ernesto Núñez, de 34 años, falleció tras una semana de agonía en terapia intensiva, luego de recibir 11 disparos en un ataque similar en el barrio Saladillo. Además, otro joven de 22 años fue asesinado en la vía pública en la zona oeste de la ciudad, en circunstancias que también involucran el uso de armas de fuego.

La reiteración de estos hechos ha generado preocupación entre los vecinos y las autoridades locales, quienes advierten sobre el aumento de la violencia armada en los barrios periféricos de Rosario. Los medios locales han destacado la gravedad de la situación y la necesidad de respuestas institucionales para frenar la escalada de ataques.

Mientras la investigación avanza, la comunidad permanece en alerta y exige medidas concretas para garantizar la seguridad y prevenir nuevos episodios de violencia.