El caso de Matías Jurado, presunto asesino serial de Jujuy, ha cumplido un mes desde que se iniciaron las investigaciones que conmocionaron a la provincia y al país. Jurado fue detenido en su vivienda del barrio Alto Comedero, en San Salvador de Jujuy, donde se hallaron restos óseos, sangre y una gran cantidad de evidencia biológica que apuntan a su posible responsabilidad en al menos dos homicidios confirmados y otros tres bajo sospecha.

Según el fiscal regional Guillermo Beller, en el domicilio de Jurado se recolectaron más de 200 muestras biológicas, de las cuales cuatro perfiles genéticos fueron identificados. Dos de estos perfiles coinciden con víctimas desaparecidas, identificadas como Sergio Sosa y Jorge Anachuri, mientras que los otros dos aún están bajo análisis y no corresponden ni al acusado ni a sus allegados. "Confiamos en que seguirán apareciendo nuevos perfiles que se puedan cotejar", señaló Beller.

La investigación se apoya también en el análisis de dispositivos electrónicos y tarjetas SUBE, lo que permitió reconstruir los movimientos de Jurado y sus posibles vínculos con otras personas. El seguimiento de cámaras de seguridad fue clave para ubicar al acusado en zonas específicas y para obtener el testimonio de un sobreviviente, quien relató que Jurado ofrecía "changas" y bebidas alcohólicas a personas en situación de calle como parte de su modus operandi.

En paralelo, el Ministerio Público de la Acusación avanza en pericias psicológicas y psiquiátricas sobre el detenido, con el objetivo de comprender mejor el contexto y las motivaciones detrás de los hechos. El testimonio de una expareja de Jurado, recientemente localizado, es considerado fundamental para el avance de la causa, aunque aún no se han revelado detalles de su declaración.

Jurado permanece detenido en aislamiento bajo un régimen de extrema seguridad en la prisión de Gorriti, rechazando visitas familiares y manteniendo su inocencia ante las autoridades. El fiscal Beller destacó el trabajo conjunto con el Equipo Argentino de Antropología Forense y el Cuerpo de Investigación Fiscal de Salta, así como el contacto permanente con las familias de las víctimas, a quienes se brinda información y contención.

La causa sigue abierta, con la expectativa de identificar más víctimas y esclarecer desapariciones previas. El avance científico y tecnológico es central para el desarrollo del expediente, y aunque no se maneja una fecha para un eventual juicio, las autoridades insisten en agotar todas las líneas investigativas para llegar a la verdad y brindar justicia a las familias afectadas.