Ariel Omar "El Guascazo" Pérez fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de su expareja Yanina Pérez, ocurrido el 15 de febrero de 2024 en el cementerio de Angaco, San Juan. El juicio, realizado bajo la modalidad abreviada, expuso la violencia extrema y la falta de arrepentimiento del acusado, quien sorprendió al tribunal y a la opinión pública con su declaración: "Lo volvería a hacer 50 mil veces".

Durante la audiencia, Pérez mantuvo una actitud desafiante y agresiva, interrumpiendo el proceso con insultos y gestos obscenos hacia jueces y fiscales. Su comportamiento obligó al tribunal a trasladar la audiencia a otra sala y, finalmente, a retirarlo antes de la lectura de la sentencia. La jueza Flavia Allende, junto a los jueces Federico Rodríguez y Gerardo Fernández Caussi, homologaron el acuerdo de juicio abreviado y dictaron la condena máxima por homicidio triplemente agravado: por alevosía, vínculo y contexto de violencia de género.

El crimen se produjo cuando Yanina Pérez, empleada municipal, fue atacada con ocho puñaladas por su expareja en su lugar de trabajo. El acusado intentó justificar el asesinato alegando amenazas contra sus hijos, pero los antecedentes de violencia y amenazas previas pesaron en la decisión judicial. La condena fue unificada con una pena anterior por amenazas, asegurando que Pérez no obtenga ningún beneficio hasta cumplir la totalidad de la sentencia.

La familia de la víctima expresó su dolor y alivio tras la resolución, destacando el carácter violento y denigrante del condenado. "Tratando de sacar fuerzas porque nos seguimos bancando todo su egoísmo, su machismo, su mal comportamiento, su denigración", expresó Melina Gómez, hija de Yanina, en rueda de prensa. El caso generó repercusión nacional por la brutalidad del crimen y la falta de arrepentimiento del acusado, cuya frase fue replicada por los principales medios del país.

La jueza Allende y el tribunal coincidieron en que la agresividad de Pérez fue un obstáculo constante, pero no modificó la sentencia ni la condena impuesta. El caso pone en relieve la problemática de la violencia de género y la necesidad de respuestas judiciales contundentes ante hechos de extrema gravedad.