El viernes por la noche, Rafael Gutiérrez, juez de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, fue víctima de un robo tipo arrebato mientras se encontraba en la tradicional confitería Necochea, ubicada sobre bulevar Gálvez al 1900, en la ciudad de Santa Fe. El hecho, que ocurrió alrededor de las 22 horas, fue registrado por las cámaras de seguridad del local y se viralizó rápidamente en redes sociales, generando repercusiones por la notoriedad de la víctima.

Según relataron testigos y confirmó la propia esposa de Gutiérrez, el magistrado se encontraba sentado en la vereda del establecimiento junto a su esposa cuando un joven, en una maniobra rápida y sorpresiva, le arrebató el teléfono celular que había dejado sobre la mesa. "Rafael lo corrió, yo también corrí, pero no lo pudimos agarrar. Se dio a la fuga y bueno, no recuperó el teléfono", expresó Jaquelina Balangione, quien también señaló que el celular robado no contenía información sensible ni aplicaciones bancarias.

Tras el incidente, Gutiérrez llamó al 911 y personal policial acudió al lugar para entrevistarlo y realizar patrullajes en la zona. Un sospechoso fue detenido en las inmediaciones, pero la verificación resultó negativa y el dispositivo no fue recuperado. El magistrado radicó la denuncia formalmente y la fiscalía de turno, a cargo de Clelia Trossero, inició el relevamiento de cámaras públicas y privadas para intentar reconstruir la escena y dar con el autor del hecho.

El episodio se suma a una serie de robos similares en la zona céntrica de Santa Fe, lo que ha generado preocupación entre vecinos y autoridades por el aumento de hechos de inseguridad. La viralización del video del robo puso el tema en agenda pública y mediática, evidenciando la vulnerabilidad de figuras públicas en espacios cotidianos.

Rafael Gutiérrez, con más de 45 años de trayectoria en la justicia provincial y nacional, manifestó su intención de colaborar con la investigación. Por su parte, su esposa minimizó el daño material y destacó la dificultad de recuperar el celular: "Es como buscar una aguja en un pajar". El caso continúa bajo investigación y ha reavivado el debate sobre la seguridad en la ciudad de Santa Fe.