Una joven de 24 años fue detenida en el barrio porteño de Villa Luro, acusada de drogar y robar a un hombre al que había conocido días antes en un bar de Palermo. El hecho, que ocurrió a fines de noviembre de 2024, fue esclarecido tras una investigación que incluyó el análisis de cámaras de seguridad, registros telefónicos y redes sociales.

Según fuentes policiales, la acusada, identificada como Naiara Denise Darriba, se presentó ante la víctima con un nombre falso y, tras varios días de intercambio de mensajes, fue invitada al departamento del hombre en Almagro. Durante la visita, Darriba le sirvió una bebida que contenía una sustancia que lo dejó inconsciente por aproximadamente 12 horas. Al despertar, la víctima notó el faltante de numerosos objetos de valor, entre ellos dispositivos electrónicos, documentos y tarjetas bancarias.

La investigación determinó que Darriba no actuó sola. Las cámaras de seguridad del edificio registraron el momento en que la joven permitió el ingreso de un cómplice, con quien luego abandonó el lugar cargando los objetos robados. La víctima, aún aturdida, logró acudir a su trabajo, pero se desvaneció y fue atendida en el Sanatorio Güemes, donde se le diagnosticó intoxicación por sustancias psicoactivas.

El caso fue denunciado en la comisaría y quedó a cargo del Departamento de Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina. Los investigadores rastrearon a la sospechosa a través de perfiles falsos en redes sociales y triangulación de llamadas, lo que permitió identificarla y solicitar varios allanamientos en la Ciudad de Buenos Aires. Durante el operativo, se secuestraron elementos vinculados al robo y se identificó a otras personas relacionadas con la causa.

El juez nacional en lo criminal y correccional Martín Yadorala dictó el procesamiento con prisión preventiva de Darriba por los delitos de robo y abandono de persona. El caso ha puesto en alerta a las autoridades sobre la modalidad delictiva conocida como "viuda negra", que ha registrado otros episodios recientes en la ciudad, y refuerza la importancia de la prevención y la investigación tecnológica en este tipo de delitos.