El asesinato de Daiana Mendieta, una joven de 22 años oriunda de Gobernador Mansilla, Entre Ríos, ha generado conmoción y movilización social en la provincia. Daiana desapareció el viernes y, tras una intensa búsqueda que incluyó la participación de familiares, fuerzas policiales, bomberos, perros rastreadores y drones, su cuerpo fue hallado el martes en el fondo de un aljibe de diez metros de profundidad, en una zona rural cercana a la localidad.

La autopsia confirmó que la joven murió a causa de un disparo de arma de fuego en la cabeza. El principal sospechoso del crimen es Gustavo "Pino" Brondino, un trabajador rural de 55 años, quien fue detenido el domingo por la noche tras resistirse armado a un allanamiento en su vivienda. Brondino había sido la última persona en contactar a Daiana por celular, lo que llevó a los investigadores a secuestrar su teléfono y su camioneta para realizar pericias. En el vehículo se hallaron rastros de sangre que serán cotejados con la víctima.

El celular de Daiana aún no ha sido encontrado, y se considera un elemento clave para esclarecer los últimos movimientos de la joven. La fiscalía investiga el tipo de relación que existía entre Daiana y el detenido, sin descartar ninguna hipótesis. El intendente de Gobernador Mansilla, Francisco Jesús Pasinatto, expresó la preocupación y el dolor de la comunidad, destacando el despliegue de recursos en la búsqueda.

El crimen provocó una fuerte reacción social. En Paraná, a 163 kilómetros de Mansilla, cientos de mujeres, jóvenes y familias se congregaron frente al Palacio de Tribunales para exigir justicia por Daiana y reclamar acciones concretas contra la violencia de género. La marcha, convocada por la Multisectorial de Mujeres Entrerrianas, estuvo marcada por la bronca, el miedo y la esperanza de quienes piden que estos hechos no se repitan. "A Daiana la mataron, pero no la olvidamos. La Justicia que pedimos no es solo por ella, es por todas", expresó una de las organizadoras.

El caso de Daiana Mendieta se suma a la preocupante lista de femicidios en Argentina, evidenciando la necesidad de respuestas estatales y sociales para enfrentar la violencia de género. La investigación continúa, mientras la comunidad exige justicia y mayor protección para las mujeres.