La consultora W, dirigida por Guillermo Oliveto, presentó una actualización de la pirámide social argentina basada en los ingresos de los hogares, revelando cambios significativos en la composición de las clases sociales y sus patrones de consumo. Según el informe, que utiliza datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC y modelos propios, la proporción de hogares bajo la línea de pobreza disminuyó del 26% al 24% en el tercer trimestre de 2025, mientras que la "clase baja superior, no pobre" creció del 24% al 28%.

El estudio detalla que para ser considerado de "clase media" en Argentina, un hogar debe percibir más de $2 millones mensuales, mientras que el umbral para la "clase alta" supera los $7 millones. La pirámide social se completa con la "clase media alta" (17% de los hogares, ingresos desde $3,7 millones) y la "clase media baja" (26%, ingresos desde $2,05 millones). Estos valores no incluyen el costo del alquiler, un factor que puede modificar la situación de muchas familias.

En cuanto al consumo, el informe destaca marcadas diferencias entre los estratos. Mientras la clase alta impulsa el crecimiento en la compra de autos 0 km (+55%) y viajes al exterior (+54%), los sectores medios y bajos enfrentan restricciones, ajustando gastos en indumentaria, ocio y alimentos. Las ventas en supermercados cayeron un 5,1% interanual entre enero y octubre de 2025, con descensos en alimentos (-3%), bebidas sin alcohol (-14%), bebidas alcohólicas (-16,5%) y cosméticos (-4,5%).

Guillermo Oliveto señaló que la clase alta "piensa en viajar", mientras que la media alta se ha "acomodado" tras el shock económico de 2024, aunque sin margen para errores financieros. Por su parte, la clase media baja y la baja superior viven bajo la "cultura del no", marcada por la frase "no hay plata" y la necesidad de administrar cuidadosamente los gastos.

El informe concluye que la realidad del consumo en Argentina es heterogénea y depende fuertemente del segmento social, con sectores productivos que muestran tanto ganadores como perdedores en el actual contexto económico. La evolución de la pirámide social y los hábitos de consumo seguirán siendo indicadores clave para entender la dinámica social y económica del país en los próximos meses.