El viernes 26 de septiembre, la ciudad de Mendoza fue escenario de un trágico accidente provocado por un fuerte temporal de viento sur. Cristina Alejandra Funes, de 37 años, perdió la vida cuando un árbol de gran porte cayó sobre el Fiat Uno que conducía por calle Rawson, en dirección a buscar a sus hijos a la escuela. El hecho ocurrió a las 17:32, según registros de cámaras de seguridad, en medio de ráfagas intensas que afectaron a toda la provincia.

Bomberos y personal de Defensa Civil acudieron rápidamente al lugar, pero la víctima ya se encontraba atrapada y sin vida. El Servicio de Emergencias Coordinado confirmó el deceso por aplastamiento, y la causa quedó bajo investigación del Ministerio Público y la Policía Científica. El temporal dejó además numerosos daños materiales, con árboles y postes caídos, voladuras de techos y cortes de rutas en distintos departamentos de Mendoza.

La familia de Funes expresó su profundo dolor y reclamó por la falta de solidaridad de automovilistas que presenciaron la tragedia. "Los que iban detrás podrían haber ayudado a mi hermana salir de ahí. Odio el viento y el árbol que le quitó la vida a mi hermana", escribió una de sus hermanas en redes sociales. El velorio se realizó el domingo en una sala de calle Ozamis, donde decenas de personas se acercaron para despedir a Funes y brindar apoyo a su esposo y sus dos hijos.

La tragedia también generó un pedido de ayuda económica para afrontar los gastos del sepelio, viralizado por allegados y vecinos. El caso reavivó el debate sobre la responsabilidad municipal en el mantenimiento del arbolado público y la importancia de la solidaridad ciudadana ante emergencias. En los últimos años, Mendoza ha enfrentado temporales similares, lo que pone en evidencia la necesidad de reforzar medidas preventivas y de respuesta ante fenómenos meteorológicos extremos.