Chile ha decidido suspender la importación de carne y productos animales provenientes de la Patagonia argentina, tras la modificación de la normativa sanitaria nacional por parte del gobierno argentino. La medida, adoptada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) chileno, responde a la autorización del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) argentino para el ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa hacia la Patagonia, una región que hasta ahora mantenía el estatus de libre de la enfermedad sin vacunación.

La resolución chilena, fechada el 30 de julio de 2025, deja sin efecto el reconocimiento de "zona libre de fiebre aftosa sin vacunación" que había permitido la exportación sin restricciones de productos cárnicos patagónicos al mercado chileno desde 2008. El SAG considera que el cambio normativo argentino representa una alteración de las condiciones epidemiológicas que justificaban el reconocimiento sanitario especial de la región.

La suspensión afecta principalmente a la carne ovina y bovina, así como a otros productos animales y lácteos, poniendo en riesgo exportaciones por aproximadamente US$ 30 millones. Zonas específicas de Neuquén y Río Negro han perdido el estatus sanitario, aunque existen algunas excepciones puntuales. Productores y cámaras empresarias de la Patagonia han manifestado su preocupación por el impacto económico y han solicitado al gobierno nacional que busque una solución negociada con las autoridades chilenas.

El gobierno argentino, por su parte, ha señalado que la medida chilena es precautoria y temporal, a la espera de una misión sanitaria que arribará en septiembre para evaluar las condiciones epidemiológicas en la región. Mientras tanto, la Unión Europea, principal destino de la carne argentina, no ha puesto reparos a la modificación, aunque se reserva el derecho de realizar auditorías futuras.

En paralelo, China, el mayor comprador de carne argentina, ha decidido prorrogar hasta noviembre una posible sanción por una investigación en curso sobre salvaguardas, lo que brinda cierto alivio al sector exportador en un contexto de caída de las ventas externas. El sector cárnico argentino enfrenta desafíos adicionales, ya que en el primer semestre de 2025 fue el único país del Mercosur en reducir el volumen de sus exportaciones de carne vacuna respecto al año anterior.

La situación genera incertidumbre en la industria frigorífica y ganadera de la Patagonia, que depende en gran medida del mercado chileno para productos que no tienen salida en Europa. Las autoridades y actores del sector continúan monitoreando el desarrollo de las negociaciones y el impacto de las medidas adoptadas, a la espera de una resolución que permita restablecer el comercio bilateral y preservar la seguridad sanitaria de ambas naciones.