El hallazgo de un cuerpo en avanzado estado de descomposición en la quebrada de Ranchillos, Uspallata, generó un amplio operativo de rescate y movilizó a las fuerzas de seguridad de Mendoza. El hecho ocurrió el domingo por la tarde, cuando un grupo de personas que transitaba la zona notificó a la Comisaría 23 sobre la presencia de un cadáver en un área de difícil acceso, a unos 90 minutos de caminata desde la Ruta Nacional 7.

Las tareas de rescate contaron con la participación de la Policía de Mendoza, Bomberos, Gendarmería Nacional y la Guardia Urbana, quienes lograron extraer el cuerpo tras varias horas de trabajo en condiciones complejas. Cerca del lugar, los efectivos hallaron una camioneta Volkswagen Amarok que contenía un certificado de discapacidad, lo que permitió identificar a la víctima como Rubén Pombo, de 71 años, quien se encontraba desaparecido desde el miércoles anterior. Un familiar contactado por las autoridades confirmó la falta de comunicación con Pombo desde hacía varios días.

Según los primeros informes, el cuerpo no presentaba signos de violencia, por lo que la principal hipótesis de los investigadores es que la muerte se habría producido por extravío y posible ahogamiento, aunque la causa exacta será determinada por la autopsia. El fiscal a cargo ordenó la intervención de la Policía Científica para realizar pericias tanto en el cadáver como en el vehículo, y dispuso el traslado del cuerpo a la Comisaría 23 de Uspallata, donde continuará la investigación.

El operativo de rescate fue destacado por las autoridades por la coordinación entre las distintas fuerzas involucradas. La familia de la víctima fue notificada y aguarda los resultados de las pericias para esclarecer las circunstancias del fallecimiento. Por el momento, no se reportan indicios de delito ni antecedentes de hechos violentos recientes en la zona, aunque la investigación permanece abierta para descartar cualquier otra hipótesis.

Este caso pone de relieve la importancia de la colaboración entre organismos de seguridad y rescate en situaciones de emergencia en áreas de difícil acceso, así como la necesidad de contar con recursos adecuados para la atención de personas vulnerables en zonas rurales y montañosas.