Argentina evalúa el potencial de sus residuos mineros como fuente estratégica de metales clave, tomando como referencia recientes iniciativas implementadas en Estados Unidos. El canciller Pablo Quirno, durante su participación en el Foro Económico Argentino-Israelí, destacó que el país se prepara para un fuerte impulso exportador, proyectando agregar 100.000 millones de dólares en exportaciones para los años 2032 y 2033, con la minería ocupando un lugar central en esta estrategia.

Quirno subrayó que la prioridad actual del gobierno es recuperar la credibilidad internacional y establecer un marco propicio para inversiones a largo plazo. En este sentido, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) se presenta como una herramienta clave para atraer capitales en sectores estratégicos como la minería, la energía y la agroindustria. "La prioridad es recuperar la credibilidad internacional y afianzar un marco favorecedor para las inversiones a largo plazo", afirmó el canciller.

El funcionario también puso especial énfasis en el papel de Vaca Muerta, que representa el 88% del superávit comercial de 2024 y podría generar un salto energético de hasta 25.000 millones de dólares en los próximos tres años. Mientras tanto, el gobierno argentino observa de cerca el ejemplo estadounidense, donde un grupo de investigadores de la Colorado School of Mines demostró que solo el 1% del contenido metálico en residuos mineros podría reducir de manera significativa la dependencia de importaciones de metales estratégicos.

En Estados Unidos, el Departamento del Interior ha lanzado un programa piloto de 275 millones de dólares para recuperar materiales críticos de residuos mineros, cenizas de carbón y otros subproductos, como parte de una inversión total de 1.000 millones destinada a fortalecer las cadenas de suministro. Además, se están acelerando regulaciones para facilitar la extracción de minerales clave de residuos y minas abandonadas.

Aunque Argentina cuenta con una escala menor de minería, el país podría aprovechar sus propios residuos mineros para obtener materias primas esenciales para la industria, especialmente en el contexto de la creciente demanda global de litio y cobre impulsada por la transición energética y la fabricación de vehículos eléctricos. El sector minero argentino sigue de cerca las políticas estadounidenses, considerando la biominería como una posible vía de desarrollo futuro. El aprovechamiento de estos residuos podría fortalecer la cadena de suministro nacional y reducir la dependencia de importaciones, posicionando a Argentina en un lugar estratégico en el mercado global de metales críticos.