El barrio de Núñez, en la Ciudad de Buenos Aires, fue escenario de varios hechos destacados en los últimos días. Desde el viernes 27 de junio, cinco calles del barrio modificaron su sentido de circulación, una medida implementada por el Gobierno porteño y la Comuna 13 con el objetivo de mejorar la fluidez vehicular y la seguridad en la zona. Las arterias afectadas son 3 de Febrero, Arias, Víctor Pissarro, Correa y Ruiz Huidobro. "El Cuerpo de Agentes de Tránsito estará presente para acompañar la implementación y garantizar una circulación segura", informaron fuentes comunales.

En paralelo, persisten las quejas de vecinos por ruidos molestos atribuidos a un edificio de reciente construcción en la avenida del Libertador al 7200, conocido popularmente como el "edificio silbador". Según testimonios recogidos en redes sociales, el fenómeno se intensifica durante jornadas de viento fuerte, generando un sonido agudo y constante que afecta la calidad de vida de quienes residen y trabajan en las inmediaciones. "En mi trabajo lo escuchamos y nos vuelve locos", relató un vecino, mientras que otro agregó: "Empezó a escuchar el silbido y creyó que se estaba volviendo loco. Consiguió que del gobierno de Larreta fuera uno con el aparatito y tomara medidas. El expediente está durmiendo".

Por otro lado, el viernes por la mañana, un peatón halló una granada de mano en las vías del tren Belgrano Norte, a la altura de la Avenida Intendente Cantilo y La Cachila, bajo la autopista General Paz. El artefacto fue rápidamente asegurado por el escuadrón antibombas de la Policía de la Ciudad, que confirmó que no contenía material explosivo. El caso quedó bajo la intervención del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, a cargo de la jueza María Servini.

Estos episodios reflejan los desafíos urbanos que enfrenta Núñez, un barrio en constante transformación debido al auge inmobiliario y a la densificación poblacional. Las autoridades locales continúan implementando medidas para mejorar la convivencia y la seguridad, mientras los vecinos reclaman soluciones a problemáticas emergentes como los ruidos molestos y la presencia de objetos peligrosos en el espacio público.