Reinaldo Wabeke, conocido por su polémico matrimonio con Adelfa Volpe en 2007, vuelve a ocupar titulares tras salir de prisión y contraer matrimonio con Javier Elías Salazar, a quien conoció durante su condena. La historia de Wabeke se remonta a su juventud, cuando a los 24 años se casó con Adelfa, una mujer de 82 años, lo que generó un gran revuelo mediático y social. La relación, defendida por Wabeke como auténtica y basada en el cariño, terminó abruptamente con la muerte de Adelfa poco después de la luna de miel, dejándolo como heredero de una importante fortuna.

Sin embargo, la vida de Wabeke estuvo marcada por dificultades. Tras la muerte de Adelfa, enfrentó problemas legales y amenazas que lo llevaron a renunciar temporalmente a la herencia. En 2020, fue detenido en la autopista Rosario-Santa Fe con cinco kilos de cocaína, lo que resultó en una condena de cinco años de prisión. Durante su tiempo en la cárcel, Wabeke atravesó momentos de extrema vulnerabilidad, incluyendo intentos de suicidio y traiciones personales, como el robo de sus bienes por parte de su entonces esposo, Cristian Moreyra, con quien había protagonizado el primer matrimonio igualitario en Santa Fe en 2010.

Al recuperar la libertad, Wabeke decidió rehacer su vida y se casó con Javier Salazar, de 26 años, a quien conoció en prisión. "Estoy muy feliz, es algo que esperé durante mucho tiempo, me acabo de casar con alguien que quería mucho", expresó tras la ceremonia en Coronda, Santa Fe. Actualmente, Wabeke busca estabilidad emocional y legal, esperando que la justicia resuelva la sucesión de los bienes heredados de Adelfa y que su patrimonio quede en manos de su actual esposo.

La figura de Wabeke sigue generando opiniones divididas en la sociedad argentina. Mientras algunos lo ven como protagonista de escándalos y controversias, otros reconocen su capacidad de resiliencia y su búsqueda de una vida plena tras años de dificultades. "La gente tiene que entender que el amor no tiene edad ni género. Lo que importa es el respeto. Con mi marido soy feliz, y eso es lo que vale", afirmó Wabeke en una reciente entrevista. Su historia, marcada por episodios mediáticos, judiciales y personales, continúa siendo objeto de atención y debate en el país.