En la madrugada del lunes 18 de noviembre, la Policía de Investigaciones de Santa Fe, junto a grupos tácticos y bajo la coordinación del Ministerio de Justicia y Seguridad provincial, realizó siete allanamientos en los barrios Nuevo Alberdi Oeste y Zona Cero, en la ciudad de Rosario. El operativo, dirigido por el fiscal Ignacio Hueso, culminó con la detención de ocho personas y el secuestro de un arsenal de armas de fuego y municiones de diversos calibres.

Entre el material incautado se encuentran fusiles semiautomáticos, escopetas, pistolas de diferentes marcas y calibres, revólveres, un chaleco balístico, cargadores y un kit armamentístico especializado. Además, se confiscaron más de 400 municiones, presunta cocaína, una balanza de precisión, teléfonos celulares y otros elementos de interés para la causa. El jefe de la Dirección de Inteligencia Criminal y Estratégica de la PDI, Claudio Scarafía, señaló: “Es muy prematuro saber de dónde proviene todo este armamento, pero estamos haciendo el conteo y el análisis de todas las armas para ser elevada en nuestro gabinete criminalístico de la PDI para su correspondiente peritaje”. Scarafía también destacó que “hacía bastante que no teníamos este tipo de secuestro, nos llama la atención el tipo de calibre y armamento que se halló en este domicilio, la cantidad en un solo lugar”.

La investigación está vinculada a hechos de violencia de alto impacto y actividades narcocriminales, incluyendo venta de drogas, amenazas y usurpaciones. El operativo se relaciona con procedimientos previos en el mismo barrio, donde se detuvo a personas ligadas a organizaciones delictivas que continúan operando desde prisión.

En paralelo, el mismo día se registró un ataque armado en la zona sur de Rosario contra Dylan Cantero, hijo del fundador de la banda narco Los Monos, y dos menores resultaron heridas. El fiscal Patricio Saldutti tomó la causa y dispuso medidas de rigor, mientras los investigadores analizan la posible participación de sicarios en el hecho.

Estos acontecimientos reflejan la compleja situación de seguridad en Rosario, marcada por la presencia de organizaciones criminales y una escalada de violencia que preocupa a las autoridades y a la comunidad. Las investigaciones continúan para determinar el origen de las armas y las conexiones entre los distintos hechos delictivos, en un contexto de creciente tensión y operativos policiales intensificados.