La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena a prisión perpetua para Priscila Zacarías Damaris, conocida como "Choni", por el homicidio calificado de Leila Aldana Roulín, una adolescente de 16 años asesinada en 2017 en la localidad santafesina de Romang. El crimen, que conmocionó a la comunidad, ocurrió el 6 de mayo de ese año, cuando la víctima fue atacada a la salida de un local de tatuajes por Zacarías y un grupo de menores de entre 10 y 15 años.

Según la investigación judicial, la agresora aguardó a Leila junto a los menores, quienes la sujetaron de los brazos y el cabello mientras Zacarías la apuñalaba en varias ocasiones. Las heridas incluyeron cortes en la cara y cuero cabelludo, además de dos puñaladas, una de las cuales perforó un pulmón y provocó una hemorragia fatal. La joven falleció horas más tarde en el Hospital de Reconquista.

Durante el ataque, la amiga de la víctima fue amenazada para impedir que interviniera. La investigación permitió secuestrar el arma homicida y la ropa manchada de sangre de la acusada, pruebas que fueron confirmadas por peritajes del Instituto Médico Legal de Rosario. La fiscalía calificó el hecho como "artero, brutal y alevoso", ejecutado "con ensañamiento y con el concurso premeditado de dos o más personas".

El móvil del crimen fue una venganza, motivada por una pelea ocurrida una semana antes entre la víctima y la agresora. El proceso judicial se extendió durante casi una década, con la intervención de distintas instancias provinciales y nacionales. En abril de 2019, el Colegio de Jueces Penales del Distrito Judicial de Santa Fe dictó la condena a prisión perpetua, que fue agravada por la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Vera.

La defensa de Zacarías presentó recursos ante diversas instancias, hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que finalmente desestimó el recurso extraordinario por considerarlo inadmisible. El ministro Ricardo Lorenzetti aclaró que la desestimación no implica confirmar la justicia de la sentencia, pero la condena queda firme.

El caso marcó un precedente en la región norte de Santa Fe en materia de violencia juvenil y la aplicación de agravantes por ensañamiento y premeditación. La sentencia perpetua contra "Choni" Zacarías deberá cumplirse en un establecimiento carcelario común, cerrando así un largo proceso judicial que generó fuerte conmoción social.