El femicidio de Mabel Rosana López Fernández, ocurrido este fin de semana en Neuquén, ha generado una profunda conmoción en la comunidad local y nacional. La víctima, de 37 años y madre de dos hijos, fue asesinada por su pareja, Alcides Ramón Reyes, quien arrojó intencionalmente la camioneta en la que viajaban por un barranco en la Ruta Provincial 13, cerca del puente Kilka, en dirección a Zapala.

Según la reconstrucción judicial, los hechos comenzaron en la localidad de Moquehue, donde la pareja y dos trabajadores se alojaban en una cabaña realizando tareas de albañilería. Durante la noche, tras compartir alcohol, Reyes agredió físicamente a Mabel, quien logró escapar en la madrugada. Los trabajadores la encontraron herida cerca de la ruta y la acompañaron, mientras ella relataba lo sucedido y alertaba a su familia.

Horas más tarde, Reyes localizó a la víctima y la convenció de subir a la camioneta, prometiendo regresar a Cutral Co. Durante el trayecto, la pareja discutió en guaraní y, al llegar a la zona del puente Kilka, el acusado ordenó a los trabajadores descender del vehículo. En ese momento, según la fiscal Laura Pizzipaulo, "colocó la camioneta en marcha, aceleró y la dirigió deliberadamente hacia el precipicio". La camioneta cayó de punta y dio varias vueltas antes de quedar destrozada entre las rocas. Mabel, que no llevaba el cinturón de seguridad, salió despedida y fue hallada gravemente herida, pidiendo ayuda. Pese a los esfuerzos médicos, falleció camino al hospital de Zapala.

El acusado intentó simular ante la policía y el personal médico que se trataba de un accidente, pero los testimonios y pruebas recabadas por la fiscalía confirmaron la intencionalidad del hecho. La jueza de Garantías, Bibiana Ojeda, dictó dos meses de prisión preventiva para Reyes y avaló el plazo de cuatro meses solicitado por la fiscalía para completar la investigación.

La defensa del imputado sostiene que no existió intención homicida y que el hecho fue "un accidente", pero la fiscalía y el tribunal rechazan esta versión, manteniendo la calificación de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. El caso se inscribe en un contexto de violencia de género sostenida en la provincia, donde Mabel es la sexta víctima de femicidio en lo que va del año.

La familia de la víctima la despidió públicamente y exige justicia, mientras la investigación continúa con peritajes mecánicos, testimonios y análisis de celulares. El caso ha renovado el reclamo social por medidas efectivas contra la violencia de género y la protección de las víctimas.