El femicidio de Gabriela Arací Barrios, de 20 años, ha sacudido a la localidad de Avia Terai, en la provincia de Chaco. La joven fue vista por última vez la madrugada del domingo, cuando salió de su casa en el barrio 108 Viviendas. Su madre, al notar la ausencia prolongada, denunció la desaparición ante la policía, lo que activó un operativo de búsqueda inmediato.

Las primeras pistas surgieron con el hallazgo de la motocicleta de Gabriela, completamente calcinada en una casa abandonada. Este hecho descartó la posibilidad de una fuga voluntaria y orientó la investigación hacia un posible crimen. El rastrillaje policial condujo a la vivienda de Jesús Salvatierra, de 33 años, señalado como la última persona que tuvo contacto con la víctima. Salvatierra fue detenido y presentaba heridas en los brazos y manos, compatibles con un forcejeo.

El allanamiento en la casa de Salvatierra fue decisivo. Perros rastreadores marcaron un punto en el patio trasero, donde los bomberos hallaron un pozo ciego tapado con cemento. Dentro, el cuerpo de Gabriela fue encontrado envuelto en una bolsa de arpillera amarilla, parcialmente cubierto de tierra. En la escena se secuestraron cuchillos, prendas con manchas de sangre y otros elementos que serán analizados por la Policía Científica.

La fiscalía investiga audios y mensajes que sugieren una discusión entre Gabriela y Salvatierra la noche del crimen. Por el momento, Salvatierra es el único imputado por femicidio y permanece internado en el hospital tras intentar suicidarse en la comisaría. La autopsia y los peritajes serán clave para determinar la causa y circunstancias de la muerte.

El caso generó una fuerte conmoción social en Avia Terai. Vecinos se movilizaron frente a la comisaría exigiendo justicia y protección de la memoria de la joven. El gobierno provincial anunció que se constituirá como querellante y brindará acompañamiento a la familia de la víctima, en lo que representa el noveno femicidio en Chaco en lo que va del año.

La investigación continúa bajo la dirección del fiscal Marcelo Soto, quien analiza la posible participación de otras personas en el encubrimiento del crimen. El desenlace de este caso podría tener implicaciones importantes en la lucha contra la violencia de género en la provincia.