Una organización criminal dedicada al hurto y la venta de celulares, indumentaria y herramientas fue desbaratada tras una serie de allanamientos simultáneos en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. El operativo, encabezado por la División Robos y Hurtos Sur de la Policía de la Ciudad, culminó con la detención de diez personas, entre ellas el presunto líder de la banda, un hombre de 71 años conocido como "El Gitano".

Según informaron fuentes policiales, la investigación se inició en junio de 2024, cuando tres mujeres fueron detenidas con varios teléfonos celulares cuya procedencia no pudieron justificar. El análisis de esos dispositivos permitió reconstruir el funcionamiento interno de la organización, que operaba como una red de punguistas, mecheros y descuidistas en barrios porteños como Constitución, Boedo y San Nicolás, así como en Avellaneda y Moreno, en la provincia de Buenos Aires. También se detectó actividad en Liniers, Flores, Microcentro, La Plata y Rosario.

Durante los procedimientos, los efectivos secuestraron 15 celulares de distintas marcas, una computadora portátil, prendas nuevas con etiquetas de primeras marcas, herramientas y otros objetos de valor. Las imágenes difundidas muestran lotes de mercadería empaquetada y comprobantes que evidencian el volumen de la operatoria. La banda, según la investigación, facturaba más de 25 millones de pesos mensuales mediante el descarte, la reducción y la venta de los bienes sustraídos.

El circuito delictivo funcionaba con roles definidos: los "marcadores" señalaban a las víctimas, los "bolseros" trasladaban la mercadería y los "reducidores" se encargaban de clasificar y vender los objetos robados. El liderazgo recaía en "El Gitano", quien fue detenido junto a otros siete hombres y tres mujeres, una de ellas de nacionalidad peruana.

La causa está a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°4, bajo la dirección del juez Martín Yadarola. Fuentes policiales destacaron que el despliegue simultáneo de los allanamientos fue clave para cortar las vías de circulación de la mercadería y evitar el vaciamiento de los depósitos. La investigación continúa para determinar si existen más involucrados y recuperar otros bienes robados.

El caso pone de relieve la sofisticación de las redes delictivas urbanas y la necesidad de acciones coordinadas para combatir el delito en la ciudad y el conurbano.