La relación entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA) atraviesa su momento más tenso desde la conformación de la alianza que los llevó a compartir acuerdos electorales y legislativos. La reciente sesión en la Cámara de Diputados, en la que se debatió el Presupuesto 2026 y se designaron autoridades en la Auditoría General de la Nación (AGN), marcó un punto de quiebre entre ambos espacios políticos.

Referentes del PRO confirmaron a distintos medios que la alianza con LLA está "rota" y que, a partir de ahora, solo acompañarán los proyectos en los que haya coincidencias, dejando de lado el apoyo automático que caracterizó la primera etapa del gobierno de Javier Milei. "Dejamos de ser aliados", expresó un dirigente de peso del PRO, mientras que otro legislador remarcó: "Les va a costar un montón volver de esto".

El malestar del PRO se profundizó tras la designación de auditores en la AGN, proceso que, según denuncian, se realizó fuera del temario permitido en sesiones extraordinarias y en acuerdo con el kirchnerismo. Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO, anunció que presentará denuncias de inconstitucionalidad contra el titular de Diputados, Martín Menem. "Consideramos que fue una jugada inconstitucional. En extraordinarias no se pueden tratar otros temas que los convocados", argumentaron desde el entorno de Ritondo.

La tensión también se trasladó a la provincia de Buenos Aires y a varios municipios, donde se multiplicaron los desacuerdos en la elección de autoridades y el tratamiento de presupuestos locales. En Bahía Blanca, la designación de Gisela Caputo como presidenta del Concejo Deliberante, con apoyo del PRO y rechazo de LLA, ejemplificó la fractura. Situaciones similares se repitieron en distritos como Pinamar, Zárate y La Matanza.

El PRO, por su parte, exige al gobierno nacional el pago de la deuda de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires como condición para acompañar el Presupuesto 2026. La creación del interbloque “Fuerza del Cambio”, liderado por Ritondo, busca reposicionar al PRO como actor clave en la Cámara de Diputados, en alianza con sectores de la UCR y el MID.

Mientras tanto, Mauricio Macri se mantiene al margen de la disputa, priorizando una postura de apoyo crítico. Desde LLA, en tanto, acusan al PRO de "fallas morales" y de negociar cargos con el peronismo, mientras insisten en que la unidad no está rota, aunque reconocen diferencias profundas.

El trasfondo de la crisis incluye la disputa por el liderazgo opositor de cara a 2027 y la presión por recursos para municipios e intendentes. Aunque en la Ciudad de Buenos Aires el diálogo entre el gobierno nacional y porteño parece mejorar, la disputa por fondos y cargos sigue latente, anticipando un escenario de alta volatilidad política en los próximos meses.