Con la llegada de las altas temperaturas, Mendoza vuelve a enfrentar un aumento en la presencia de animales ponzoñosos, como serpientes, arañas y escorpiones, tanto en áreas urbanas como rurales. Según autoridades sanitarias, aunque la mayoría de los encuentros no derivan en incidentes graves, es fundamental que la población esté informada y tome precauciones.

En la última semana, se reportaron dos casos destacados: uno en el Parque de Montaña, donde deportistas se encontraron con una yarará ñata, y otro en una escuela de Las Heras, donde una docente halló una culebra inofensiva. "La mayoría de las serpientes presentes en Mendoza no son venenosas ni agresivas", explicó Sergio Saracco, jefe del Departamento de Toxicología de la provincia, quien agregó que los incidentes graves son poco frecuentes y suelen ocurrir al intentar manipular a los animales.

Las arañas "viuda negra" son responsables de un promedio de 140 casos anuales de picaduras en Mendoza, aunque no se han registrado muertes en Argentina por este motivo. "Lo principal es mantener la calma y acudir a un centro asistencial para aplicar el suero antiveneno", recomendó Saracco. Por su parte, la "araña del rincón" provoca alrededor de 44 casos anuales y su veneno puede causar necrosis y complicaciones si no se trata a tiempo.

En cuanto a las serpientes, el 99% de los accidentes graves involucran a la yarará ñata o chica, mientras que las mordeduras de coral son extremadamente raras. El paciente dispone de entre 6 y 8 horas para recibir tratamiento con suero antiveneno, disponible en hospitales de referencia como el Notti, Scaravelli, Schestakow, Perrupato, Lencinas, General Alvear y Malargüe.

El suero antiveneno es producido en el Instituto Malbrán y distribuido a todas las provincias. Las autoridades insisten en la importancia de la prevención, la identificación de especies y la consulta médica inmediata ante cualquier incidente. "Es importante transmitir tranquilidad a la población ya que, tras ser mordido o picado, el paciente tiene tiempo de llegar a un nosocomio para ser atendido y evaluado", concluyó Saracco.

El fenómeno, recurrente cada primavera y verano, subraya la necesidad de mantener la vigilancia y la educación sanitaria para evitar complicaciones y garantizar una respuesta rápida y efectiva ante estos riesgos.