El Gobierno nacional, encabezado por Javier Milei, ha consolidado en los últimos días una posición de fuerza en la Cámara de Diputados tras el triunfo electoral de octubre, lo que le permite encarar con mayor solidez la aprobación del presupuesto y un paquete de reformas clave antes de fin de año. La nueva composición legislativa otorga al oficialismo la primera minoría, superando al peronismo y generando un escenario favorable para el avance de su agenda parlamentaria.

Uno de los focos de tensión más relevantes se centra en la disputa por la banca vacante en el Consejo de la Magistratura, órgano fundamental para la selección y remoción de jueces. Mientras el bloque libertario sostiene que la banca le corresponde por ser la primera minoría, la UCR reclama el lugar para la diputada Karina Banfi, argumentando precedentes y normativa vigente. Desde el oficialismo afirman: “Los radicales van a ser 6 diputados a partir del miércoles, nosotros 95, nos pertenece”. La posibilidad de que la designación se judicialice no está descartada.

En paralelo, la Legislatura bonaerense fue escenario de intensas negociaciones que permitieron al gobernador Axel Kicillof aprobar un endeudamiento superior a los USD 3.500 millones y ampliar el directorio del Banco Provincia de 8 a 15 miembros. Estas decisiones se lograron tras arduas tratativas entre oficialismo y oposición, con la intervención de figuras como Sergio Massa y Máximo Kirchner. Un diputado opositor relató: “Me ofrecieron de todo”, reflejando la magnitud de las presiones y ofertas durante las negociaciones.

El reparto de cargos en organismos clave, tanto a nivel nacional como provincial, evidencia la puja interna entre distintos sectores del oficialismo y sus aliados. Cambios recientes en la SIDE y el Banco Provincia, así como la consolidación de figuras como Karina Milei y Santiago Caputo, marcan el pulso de la gestión. En el ámbito judicial, investigaciones en curso y disputas de competencia entre jueces federales mantienen en vilo a la política y la justicia.

El escenario político argentino se redefine a partir de estas alianzas, internas y negociaciones, mientras el oficialismo busca capitalizar su nueva mayoría para avanzar con su programa de reformas y consolidar su poder en los principales órganos del Estado.