La detención de Elizabeth Rodrigo, madre de la ex vedette Ayelén Paleo, por presunta participación en una red de trata de personas, generó conmoción tanto en el ámbito mediático como en el personal de los involucrados. El operativo policial, realizado el 27 de agosto en La Plata, incluyó 15 allanamientos simultáneos en varias provincias y permitió el rescate de 12 mujeres víctimas de explotación sexual. Según la investigación, Rodrigo habría actuado como fotógrafa, captando a las víctimas con falsas promesas de trabajo y generando material para publicaciones en sitios web de oferta sexual. Las mujeres eran obligadas a comprar un book fotográfico de 90 mil pesos y a entregar hasta el 90% de sus ingresos, enfrentando amenazas de muerte ante cualquier retraso en los pagos. Además, eran trasladadas periódicamente en micros de larga distancia para dificultar su localización.

Ayelén Paleo, visiblemente afectada, rompió el silencio en el programa Infama y defendió públicamente la inocencia de su madre. "Estoy en mi peor momento, pero no por mí. Hoy decido hablar porque no puedo seguir callada ante tanta injusticia. Se dijeron cosas horribles sobre mí y sobre mi mamá. Se habló de trata de personas, de pedofilia, de micros con gente encerrada, vulnerable. Por el amor de Dios, ¿a quién le cabe en la cabeza algo así? Eso es enfermo y es algo gravísimo", expresó entre lágrimas. Paleo denunció el trato mediático recibido y aseguró que su madre "es absolutamente inocente". También relató el impacto psicológico que le generó la exposición pública desde joven, mencionando problemas de salud mental y acoso mediático.

Carmen Barbieri, quien años atrás estuvo enfrentada a Paleo por su relación con Santiago Bal, expresó comprensión por el dolor familiar y pidió que la justicia actúe con rigor. "Tiene a la madre detenida, con esposas, ver esas imágenes es muy doloroso ver a tu mamá así, yo la entiendo", afirmó Barbieri, quien también señaló que si las acusaciones son ciertas, la justicia debe ser implacable, pero si no lo son, Rodrigo debería ser liberada.

El caso revive viejos conflictos mediáticos y pone en foco la problemática de la trata de personas en Argentina, un delito grave y recurrente en el país. Mientras la investigación judicial sigue su curso, el impacto mediático y personal continúa generando repercusiones en el entorno de los involucrados.