El martes por la tarde, una formación del tren Sarmiento descarriló cerca de la estación Liniers, en la ciudad de Buenos Aires, provocando momentos de tensión entre los pasajeros y un importante despliegue de emergencia. El accidente se produjo a las 15:50 horas, cuando el tren circulaba a 47 kilómetros por hora y, al pasar por un cambio de vías recientemente instalado, el anteúltimo vagón se desprendió y recorrió unos 300 metros fuera de control. El incidente dejó un saldo de 20 personas heridas, entre ellas dos menores, aunque no se registraron víctimas fatales.

Según informaron desde Trenes Argentinos, el descarrilamiento ocurrió en el cruce de Rivadavia y Timoteo Gordillo, y el tren frenó a tiempo conforme al protocolo de seguridad operacional. Los heridos fueron atendidos en el lugar y diez de ellos trasladados a los hospitales Santojanni, Vélez Sarsfield, Álvarez y Cecilia Grierson. El operativo de emergencia incluyó la intervención de 40 móviles del SAME, bomberos, Policía Federal y Defensa Civil, quienes colaboraron en la evacuación y atención de los afectados.

Las primeras imágenes del accidente, captadas por cámaras de seguridad y testigos, muestran la formación desalineada y una densa humareda en el área. Los pasajeros descendieron por las vías, mientras el personal médico y de seguridad trabajaba para garantizar la evacuación segura. Las tareas de encarrilamiento y reparación se extendieron durante la madrugada, utilizando gatos hidráulicos para mover los vagones y restaurar la circulación ferroviaria.

En el marco de la investigación judicial, el juez Julián Ercolini abrió una causa por "interrupción a los medios de transporte" y ordenó pericias técnicas sobre las vías, los durmientes y los vagones. El motorman y el personal involucrado fueron sometidos a pruebas de alcoholemia y narcóticos, cuyos resultados fueron negativos. El gremio ferroviario, representado por Rubén "Pollo" Sobrero, descartó la posibilidad de una falla humana y atribuyó el accidente a un problema técnico en el nuevo sistema de cambio de vías, instalado apenas una semana antes del hecho.

Fuentes de Trenes Argentinos señalaron que la zona había sido objeto de remodelaciones recientes y que el circuito de cambio de vías se ejecuta diariamente en el mismo punto y horario. La empresa aún no emitió un comunicado oficial sobre las causas del descarrilamiento, mientras la Justicia continúa investigando posibles fallas en la infraestructura o errores humanos.

El incidente reabre el debate sobre la seguridad ferroviaria y la necesidad de modernizar los sistemas de señalamiento y vías, en un contexto de obras recientes y protocolos de emergencia que permitieron evitar consecuencias mayores. Las pericias y el análisis técnico serán determinantes para esclarecer el origen del accidente y prevenir futuros episodios similares.