El próximo domingo 26 de octubre, Argentina celebrará elecciones legislativas nacionales en un contexto marcado por la innovación y la reforma política. Por primera vez, los ciudadanos utilizarán la Boleta Única de Papel (BUP) para elegir diputados y senadores, un sistema que reemplaza el tradicional cuarto oscuro y la multiplicidad de boletas partidarias. Este cambio, impulsado para simplificar el proceso y fortalecer la transparencia, permitirá que los votantes marquen sus preferencias en una sola papeleta, que incluye todas las opciones disponibles para cada cargo.

En total, se renovarán 127 bancas de la Cámara de Diputados y 24 del Senado. Ocho provincias, entre ellas Santiago del Estero, elegirán también senadores nacionales, mientras que el resto del país votará únicamente diputados. El procedimiento exige que cada elector reciba una boleta firmada y un bolígrafo, marque una sola opción por categoría y deposite la boleta plegada en la urna. "Recordá que no se puede sacar fotos de la BUP", advierte la Cámara Nacional Electoral, que además ofrece simuladores y asistencia para que los ciudadanos practiquen antes de los comicios.

Santiago del Estero se destaca por la simultaneidad de elecciones provinciales y nacionales. Además de renovar sus representantes en el Congreso, la provincia elegirá gobernador, vicegobernador, legisladores provinciales y autoridades municipales. Para los cargos provinciales se mantendrá el sistema tradicional de boleta sábana, mientras que la BUP se usará exclusivamente para los cargos nacionales. El oficialismo local, encabezado por Gerardo Zamora y Elías Suárez, busca consolidar su liderazgo, mientras que fuerzas opositoras como La Libertad Avanza y Despierta Santiago presentan alternativas competitivas.

En la provincia de Buenos Aires, la lista de La Libertad Avanza será encabezada por Diego Santilli, tras la renuncia de José Luis Espert, aunque las boletas impresas mantendrán el nombre y la foto del candidato original. Esta decisión de la Justicia Electoral generó debate, pero se ajusta a la normativa vigente, que no obliga a reimprimir boletas en caso de reemplazo de candidatos.

Las elecciones intermedias, que se realizan cada dos años, permiten la renovación parcial del Congreso y constituyen un momento clave para la política argentina. La implementación de la BUP representa un avance en la modernización del sistema electoral, con el objetivo de reducir errores, evitar la manipulación de boletas y facilitar la participación ciudadana. De cara al futuro, se espera que esta reforma siente las bases para nuevas mejoras en la organización de los comicios y en la confianza pública en el proceso democrático.