La salida de YPF de Comodoro Rivadavia, tras 103 años de operaciones, marca un antes y un después en la historia de la industria petrolera argentina. El traspaso del yacimiento Manantiales Behr a Rovella Energía, una empresa sin experiencia previa en la operación de campos petroleros, ha generado una profunda preocupación en la comunidad local y entre los trabajadores del sector.

El diputado nacional Juan Pablo Luque expresó su descontento durante los actos por el Día del Petróleo, calificando el retiro de YPF como "el peor aniversario del petróleo de los últimos tiempos". Luque criticó la falta de sensibilidad y planificación de la empresa, señalando que la ciudad queda con un importante pasivo social, industrial y ambiental. "Nos merecemos que saneen todo el pasivo que han dejado en una ciudad que ha sido probablemente de las más impactadas por una cuestión industrial", enfatizó.

Por su parte, Jorge Ávila, titular del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut, lamentó la partida de YPF pero destacó la aprobación de la oferta de Rovella Energía para operar el yacimiento, lo que permitiría mantener los puestos de trabajo. Sin embargo, advirtió que la actividad será reducida y que la región enfrenta un futuro incierto.

El impacto de la salida de YPF se siente con fuerza en la economía local. Según la UOCRA, el desempleo en la construcción aumentó de 700 a 1.200 trabajadores en un año, reflejando el efecto dominó que la retirada de la empresa ha provocado en sectores dependientes del petróleo. Walter Godoy, delegado sindical, describió la situación como "crítica", con una ciudad que no logra absorber la mano de obra desplazada y una economía prácticamente paralizada.

El intendente Othar Macharashvili reconoció la gravedad del momento, señalando que más de 5.000 familias han perdido su empleo y cobertura de salud. Las autoridades y gremios locales exigen a YPF y a las nuevas operadoras que asuman la responsabilidad por los pasivos ambientales y sociales que deja la empresa.

Mientras tanto, la comunidad de Comodoro Rivadavia espera respuestas y acciones concretas para mitigar el impacto de la salida de YPF y reactivar la economía regional. El futuro de la ciudad, históricamente ligada al petróleo, depende ahora de la capacidad de adaptación y de las inversiones que puedan llegar con los nuevos actores del sector.