Un fuerte temporal de viento afectó a Mar del Plata el domingo 16 de noviembre, provocando numerosos daños materiales y movilizando a los servicios de emergencia locales. Según el reporte oficial de Defensa Civil, la ciudad registró 53 denuncias por incidentes relacionados con el clima, principalmente por la caída de árboles, postes de luz y cables en distintos barrios.

Las ráfagas de viento, que promediaron los 60 kilómetros por hora y alcanzaron picos de hasta 70 km/h según el Servicio Meteorológico Nacional, generaron situaciones de riesgo y obligaron a la intervención de cuadrillas municipales y de poda. Entre los hechos más destacados, se reportó la caída de nueve árboles, algunos de gran porte que cortaron calles de vereda a vereda, y ocho postes de luz y telefónicos que quedaron derribados por la fuerza del viento. En la intersección de San Juan y 9 de Julio, un árbol cayó sobre autos estacionados, mientras que otro impactó contra una vivienda, sin que se registraran heridos.

El titular de Defensa Civil, Alfredo Rodríguez, señaló: "Ha sido un día complejo. El viento hizo la diferencia, nos ha dado mucho trabajo para ser domingo". Las cuadrillas trabajaron durante toda la jornada para despejar calles, retirar ramas y postes caídos, y atender los riesgos generados por cables eléctricos y de fibra óptica tendidos sobre la vía pública. El operativo incluyó la colaboración de Desarrollo Social y equipos municipales, que asistieron a los vecinos afectados.

El Servicio Meteorológico Nacional mantuvo el alerta amarillo por fuertes ráfagas y anticipó que las condiciones adversas continuarán, con vientos de hasta 60 km/h previstos para el lunes y una mejora recién esperada para el miércoles. Las autoridades instaron a la población a extremar precauciones y reportar cualquier incidente a la línea 103.

Este temporal se suma a una serie de eventos climáticos que han impactado la región en los últimos meses, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y la infraestructura urbana. El balance, aunque sin víctimas, deja en evidencia la vulnerabilidad de la ciudad ante fenómenos meteorológicos extremos y la importancia de la coordinación entre los distintos organismos municipales.