En la madrugada del domingo, el barrio privado Club de Campo, ubicado en Guaymallén, Mendoza, fue escenario de un robo millonario que afectó a tres viviendas. Los hechos ocurrieron mientras los propietarios se encontraban fuera de sus domicilios, lo que permitió a los delincuentes actuar con tranquilidad y precisión. El botín incluyó más de 120.000 dólares, 2 millones de pesos chilenos, 300.000 pesos argentinos, joyas de oro, relojes y al menos cuatro armas de fuego, según confirmaron fuentes policiales y testimonios de las víctimas.

El robo fue descubierto cerca de la 1 de la madrugada, cuando las familias regresaron tras haber salido entre las 21 y las 22 del sábado. Al ingresar, notaron la ausencia de objetos de valor y, en algunos casos, daños en puertas traseras. Sin embargo, en otras viviendas no se observaron accesos forzados, lo que alimentó la hipótesis de que los ladrones contaban con información precisa sobre los movimientos y condiciones de seguridad de los domicilios.

Las víctimas expresaron su preocupación por la seguridad del barrio, considerado uno de los más exclusivos y seguros de la provincia. "Siempre decimos que es uno de los barrios más seguros de Mendoza, pero parece que no es tan seguro", lamentó uno de los damnificados. Además, señalaron la falta de cámaras y alarmas en algunas casas, así como la posible complicidad interna, dado el nivel de organización y la selección de los objetivos.

La policía montó un operativo en el lugar, con la participación de la Unidad Investigativa de Guaymallén y la Policía Científica, quienes realizaron peritajes, levantaron huellas y revisaron las cámaras de seguridad del predio. También se entrevistó al personal de seguridad privada y se analizan los movimientos registrados en la franja horaria del robo. Hasta el momento, no se han producido detenciones ni avances significativos en la investigación.

Este episodio no es aislado: hace aproximadamente un año, el mismo barrio fue blanco de un robo de características similares, lo que incrementa la preocupación entre los vecinos y refuerza la teoría de que una banda organizada opera con información interna. Las autoridades continúan trabajando para esclarecer el hecho y mejorar las medidas de seguridad en la zona.