La histórica Escalera Imperial, ubicada en el Paseo Las Toscas de Mar del Plata, fue reinaugurada este sábado tras una restauración integral que devolvió a la ciudad uno de sus íconos patrimoniales más emblemáticos. El acto contó con la presencia del intendente Guillermo Montenegro, la Guardia del Mar, la Banda de Música de la Base Naval y Carlos Thays IV, bisnieto del célebre paisajista que diseñó la obra a principios del siglo XX.

La restauración, coordinada por la Municipalidad de General Pueyrredon y ejecutada por la empresa Imasa, incluyó la reconstrucción de peldaños, pasamanos, pilares, 275 balaustres, 24 copones y la colocación de 15 farolas ornamentales. Se restauró también un copón francés de hierro fundido, traído por Thays en 1909 y declarado patrimonio histórico en 2016. El proyecto se basó en una exhaustiva investigación histórica, revisando documentos originales y bocetos proporcionados por la familia Thays, para asegurar la fidelidad al diseño original.

Durante la ceremonia, se descubrieron las primeras placas del Programa Educativo Guardianes de Nuestra Historia, realizadas por estudiantes que investigaron y sintetizaron datos de obras patrimoniales de la ciudad. Estas placas marcan el inicio de un plan de señalización de monumentos y sitios históricos, con el objetivo de difundir la importancia del patrimonio local.

Sin embargo, la celebración se vio empañada cuando, pocas horas después de la reinauguración, la estructura fue objeto de vandalismo. Parte de los copones y plantas fueron dañados durante la noche, lo que generó un fuerte repudio por parte de las autoridades y la comunidad. El intendente Montenegro expresó su indignación en redes sociales y anunció la presentación de una denuncia penal para investigar los hechos. "No pueden destruir así las cosas como si no valieran nada", manifestó el jefe comunal.

La Escalera Imperial, último vestigio del antiguo Paseo General Paz, representa un símbolo de la historia y la identidad marplatense. La restauración y el plan de señalización buscan fortalecer el vínculo de la comunidad con su patrimonio y promover su preservación frente a hechos de vandalismo que ponen en riesgo su legado cultural.