El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas por tormentas fuertes que afectan a 12 provincias argentinas durante el fin de semana largo, con fenómenos que incluyen lluvias intensas, granizo y ráfagas de viento que pueden alcanzar los 90 km/h. Las provincias más afectadas son San Juan, La Rioja, Mendoza, San Luis, Catamarca, Tucumán, Córdoba, Salta, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes y Santa Fe, donde rigen alertas de nivel naranja y amarillo según la intensidad prevista.

Según el SMN, "las tormentas podrán ser localmente fuertes o severas, con abundante caída de agua en cortos períodos, granizo, intensa actividad eléctrica y ráfagas de viento". Los acumulados de precipitación estimados oscilan entre 20 y 70 mm, aunque en puntos aislados podrían superarse estos valores. En zonas de alta montaña, las precipitaciones podrían presentarse en forma de nieve o granizo.

El fenómeno comenzó el sábado y se prevé que continúe hasta el lunes, desplazándose progresivamente hacia el noreste del país. En San Juan y La Rioja, la alerta es de nivel naranja, lo que implica mayor riesgo por tormentas severas y precipitaciones muy abundantes en cortos períodos. En otras provincias, como Buenos Aires y la costa atlántica, el clima se mantiene más templado, con lluvias aisladas y sin alertas graves.

El SMN recomienda a la población extremar precauciones, mantenerse informada a través de los canales oficiales y seguir las indicaciones de las autoridades locales, especialmente en áreas vulnerables a crecidas repentinas o anegamientos. "Las tormentas podrían evolucionar con rapidez y cambiar la situación en pocos minutos", advierte el organismo.

Este episodio de inestabilidad coincide con una ola de calor en el norte argentino y con el último fin de semana largo del año, lo que incrementa la atención sobre los desplazamientos y actividades al aire libre. Los medios nacionales han destacado la magnitud y rapidez de los cambios climáticos, así como la importancia de la prevención ante fenómenos meteorológicos extremos. Se espera que, tras el paso de las tormentas, se registre un alivio térmico en varias regiones, aunque persisten los riesgos asociados a las precipitaciones intensas y el granizo.