El asesinato de la reconocida psiquiatra Virginia Franco en su casa de City Bell, partido de La Plata, continúa siendo un misterio para la justicia y la comunidad local. A una semana del hallazgo del cuerpo, la investigación no ha logrado identificar sospechosos firmes ni realizar detenciones, mientras se esperan los resultados de peritajes clave y una nueva autopsia que podría arrojar luz sobre la mecánica del crimen.

Franco, de casi 70 años, fue encontrada sin vida el sábado 15 de noviembre en su domicilio de 473 entre 15 A y 17. La profesional, que trabajaba en la Clínica San Juan y era jubilada de IPS, no se presentó a su trabajo el viernes anterior, un hecho considerado inusual por sus colegas y familiares. Su teléfono celular permanecía apagado, lo que generó preocupación entre sus allegados. Fue un amigo cercano, encargado de gestionar sus cuentas y trámites digitales, quien alertó a la policía tras no poder contactarla durante todo un día. Este hombre fue inicialmente demorado, pero luego liberado y considerado testigo tras colaborar con la investigación y aportar información relevante, como las contraseñas de la notebook de la víctima.

La familia de Franco, representada por su cuñado Armando, ha manifestado su desconcierto ante la falta de avances y ha señalado la dependencia de la víctima respecto a terceros para la gestión de sus asuntos digitales y financieros, especialmente tras la muerte de su esposo en abril de 2024. “Ella era cero por su edad, próxima a los 70 años, no manejaba absolutamente nada”, explicó Armando en declaraciones a la prensa.

Otra línea de investigación apunta a la presencia de dos sujetos que, según vecinos, fueron vistos en el patio de la casa el jueves previo al crimen, supuestamente realizando tareas de jardinería. Sin embargo, el estado del jardín tras el asesinato —con pasto crecido y ligustrina despareja— pone en duda esa versión. “No quiero acusar a un perejil, pero la otra sospecha es de los empleados que eventualmente vinieron a cortar el pasto”, agregó el cuñado.

La fiscalía a cargo de Álvaro Garganta mantiene abiertas dos o tres hipótesis, centradas en los vínculos personales y profesionales de la víctima, así como en los testimonios de vecinos y el análisis de cámaras de seguridad de la zona. El caso ha generado conmoción en La Plata y la comunidad médica, que sigue de cerca el desarrollo de la investigación. Por el momento, la causa avanza sin respuestas concretas y con una trama que se complejiza a medida que pasan los días.