La detención de Mónica Santo, conocida como la "viuda negra" de San Nicolás, ha sacudido a la región del norte bonaerense y sur santafesino. Santo, de 42 años y oriunda de Misiones, fue arrestada tras una serie de denuncias que la señalan como autora de múltiples robos y defraudaciones cometidos bajo un mismo modus operandi: contactar a hombres a través de redes sociales y aplicaciones de citas, sedarlos con sustancias narcóticas y despojarlos de dinero, objetos de valor y tarjetas bancarias.

La investigación, liderada por la fiscal Verónica Marcantonio y el Dr. Leverato, permitió vincular a Santo con al menos diez causas similares, además de una condena previa de dos años en suspenso. La última denuncia fue presentada por un hombre de 73 años de Rosario, quien reconoció a la acusada tras ver su imagen en medios digitales. Según su relato, fue drogado y golpeado durante una cita en Villa Constitución, lo que le provocó secuelas físicas y la pérdida de una suma considerable de dinero y pertenencias.

Durante el allanamiento en el domicilio de Santo, la policía secuestró psicofármacos, recetas médicas y teléfonos celulares, elementos que refuerzan la hipótesis de la utilización de drogas para someter a las víctimas. La Justicia le negó la excarcelación y ordenó su traslado a una unidad penal, mientras se avanza en la instrucción de las causas.

El caso ha puesto en alerta a la comunidad y a las autoridades, quienes advierten sobre la peligrosidad de este tipo de delitos y la importancia de extremar precauciones en encuentros pactados por aplicaciones. "La reiterancia y la modalidad empleada hacen que el caso sea de especial gravedad", señalaron fuentes judiciales. Por su parte, la defensa de Santo no ha realizado declaraciones públicas.

La situación de la acusada, madre de cinco hijos, y la detención de su pareja como presunto cómplice, agregan complejidad al proceso judicial. El caso reaviva el debate sobre la seguridad en las citas virtuales y la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y denuncia.