El fallecimiento de Gisela Paolicelli, fiscal de la Unidad Especial de Homicidios Dolosos de Rosario, generó una profunda conmoción en el ámbito judicial de Santa Fe. Paolicelli, de 44 años, murió tras enfrentar una larga enfermedad, según confirmaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Paolicelli se graduó como abogada en 2003 y ejerció la profesión durante una década antes de incorporarse al MPA en 2014, donde asumió como fiscal adjunta. En 2017, titularizó el cargo y se consolidó como una figura clave en la investigación de homicidios y delitos complejos en Rosario. Además, presidió la Asociación de Fiscales y Funcionaries del MPA en dos períodos, entre 2018 y 2020 y nuevamente entre 2021 y 2023.

Durante su carrera, Paolicelli fue reconocida por su valentía, compromiso y humanidad, cualidades que resaltaron tanto sus colegas como las autoridades del MPA. "Cada uno de sus roles los ejerció con enorme valentía, compromiso y humanidad. Fue una excelente compañera y será recordada por todos quienes tuvimos la oportunidad de trabajar a su lado", expresó el comunicado oficial del organismo.

La noticia de su fallecimiento generó muestras de pesar y respeto en el ámbito judicial y político de la provincia. El MPA acompañó a su familia, amigos y allegados "en este momento de profunda tristeza". Su labor en causas de alto impacto social y judicial la convirtió en una referente dentro del sistema judicial santafesino, especialmente en un contexto de creciente violencia en Rosario.

El legado de Gisela Paolicelli será recordado por su integridad, profesionalismo y dedicación al servicio de la justicia. Su partida deja un vacío significativo en la lucha contra el delito en la región, y su ejemplo continuará inspirando a quienes trabajan en el ámbito judicial.