Enzo Leandro de Oro, un joven de 28 años oriundo de Mendoza y radicado en General Roca, fue hallado sin vida en el río Negro tras seis días de intensa búsqueda. El operativo, que involucró a la Policía de Río Negro, Prefectura Naval, Bomberos Voluntarios y brigadas caninas y de buzos, se desplegó desde el domingo 7 de diciembre, cuando De Oro desapareció tras ingresar al agua en Paso Córdoba junto a compañeros de trabajo.

El hallazgo se produjo en la madrugada del sábado 13 de diciembre, en una zona de difícil acceso conocida como La Rinconada, a varios kilómetros del punto donde fue visto por última vez. Un baquiano local divisó el cuerpo y notificó a las autoridades, lo que permitió coordinar el rescate pese a las complicaciones por la fuerza de la corriente y la falta de comunicación en el área. "Se hizo un resguardo del sitio porque no había comunicación y tras fijar el lugar con coordenadas, junto a Prefectura se logró arribar", explicó el comisario José González, jefe de la Unidad Regional II.

La familia de Enzo, que viajó desde Mendoza apenas supo de la desaparición, fue notificada formalmente y participó del reconocimiento del cuerpo en la morgue judicial de General Roca. Desde el Poder Judicial se informó que los familiares recibieron contención psicológica a través de la Oficina de Atención a la Víctima.

Durante la semana, la búsqueda incluyó rastrillajes terrestres, acuáticos y aéreos, con el uso de drones, cámaras sumergibles y la colaboración de brigadas especializadas. Vecinos de la zona entregaron una mochila hallada en la costa, identificada como propiedad de Enzo, aunque no hubo testigos directos del momento en que ingresó al agua.

La noticia generó una ola de solidaridad en la comunidad, que organizó una colecta para ayudar a la familia con los gastos de traslado y acompañamiento. "Nuestro más sentido pésame a su familia, a sus seres queridos y especialmente a su hija. Siempre en nuestra memoria", expresaron vecinos en redes sociales.

El trágico desenlace reabre el debate sobre la seguridad en sectores no habilitados del río Negro, donde las corrientes pueden resultar traicioneras. Las autoridades reiteraron la importancia de extremar precauciones y evitar zonas peligrosas, mientras la investigación judicial continúa para esclarecer las circunstancias del hecho.