Un grave accidente vial ocurrido en la madrugada del domingo dejó a la ciudad de Río Gallegos sin suministro eléctrico durante más de 12 horas. El incidente se produjo cuando un adolescente de 16 años, que conducía una camioneta sin licencia y bajo los efectos del alcohol, impactó contra un poste de alta tensión en la calle 22. El joven iba acompañado por su padre, quien también presentaba signos de ebriedad. Ambos fueron trasladados al Hospital Regional y se encuentran fuera de peligro.

El choque provocó la caída de una columna de hormigón de 15 metros, lo que generó un apagón general que afectó a más de 115.000 habitantes. Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE) activó un protocolo de emergencia que movilizó a más de 40 trabajadores, quienes trabajaron durante 12 horas ininterrumpidas para restablecer el servicio eléctrico. "Se improvisó una postación provisoria de madera para reponer el servicio lo antes posible, y se debió contratar una grúa especial para remover la columna caída", explicó Daniel Martínez, gerente provincial de Coordinación del Interior de SPSE. El reemplazo definitivo de la estructura dañada está previsto para fin de año o inicios de 2026, con cortes programados de entre cuatro y cinco horas.

La Comisaría Séptima investiga las causas del siniestro y realizará el test de alcoholemia al conductor. El Juez de Faltas de la Municipalidad, Norberto Fernández, señaló que "la responsabilidad parental es total: los padres deberán responder por los daños y las sanciones económicas". El vehículo quedó secuestrado y la familia enfrenta una compleja situación judicial y económica, ya que el costo del operativo fue millonario.

El accidente reavivó el debate sobre la seguridad vial y la responsabilidad parental en Río Gallegos. La concejal Daniela D'Amico exigió la urgente iluminación de la calle 22, calificando la falta de alumbrado como "un riesgo evitable para los vecinos". Desde SPSE y el municipio se anunciaron acciones legales y económicas contra los responsables, mientras que en redes sociales los vecinos expresaron su indignación por el apagón y la imprudencia de los involucrados.

El hecho pone en evidencia la necesidad de mejorar la infraestructura vial y reforzar los controles para evitar situaciones similares en el futuro. Las autoridades locales trabajan en proyectos de iluminación y readecuación de la zona, mientras la comunidad espera respuestas concretas para garantizar la seguridad y calidad de vida.