El juicio por el asesinato de León Aquino, el bebé de 18 meses que murió tras sufrir torturas y maltrato sistemático en Berazategui, expuso uno de los episodios más aberrantes de violencia infantil en Argentina. La fiscal María de los Ángeles Attarian Mena detalló en su alegato que León vivió con una aguja oxidada clavada en la espalda durante al menos un mes, lo que le provocó un dolor constante y una infección mortal. La autopsia reveló múltiples lesiones, como hematomas, mordeduras y pinchazos, presentes desde su nacimiento.

El hecho ocurrió en septiembre de 2021, cuando León fue llevado al hospital El Cruce de Florencio Varela por su madre, Yesica Aquino, con signos evidentes de maltrato. Los médicos y los partes forenses confirmaron el estado crítico del niño, que falleció días después. La madre y el padrastro, Roberto Fernández, enfrentan cargos de homicidio calificado por alevosía y ensañamiento, y la fiscalía solicitó prisión perpetua para ambos.

Durante el juicio, se presentaron testimonios de familiares, vecinos y hermanos de la víctima, quienes relataron episodios de violencia extrema en la vivienda. "León tuvo un sufrimiento totalmente innecesario hasta su muerte", afirmó la fiscal. Los hermanos de León también fueron víctimas de maltrato y fueron apartados judicialmente de la pareja, distribuidos entre familiares y hogares de abrigo.

La defensa de los acusados argumentó que algunas lesiones podrían haber sido causadas por intervenciones médicas y negó la intención de matar al niño. "No fui una buena madre, hice lo que pude. No busqué la muerte de uno de ellos", declaró Aquino ante el tribunal. Fernández, por su parte, insistió en su inocencia: "No soy el monstruo que dicen que soy y nunca maltraté a los chicos".

El caso, que recuerda al crimen de Lucio Dupuy, reavivó el debate sobre la protección infantil y la responsabilidad del Estado. A pesar de denuncias previas y controles médicos, no se logró evitar la tragedia. La fiscalía presentó pruebas contundentes, incluyendo dibujos de los hermanos y pericias forenses, y enfatizó la necesidad de una condena ejemplar. El veredicto se conocerá el 4 de septiembre, mientras la sociedad argentina sigue el caso con atención y exige justicia para León y sus hermanos.