La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a Lázaro Báez por lavado de activos en la causa conocida como "El Entrevero", sumando así casi 20 años de prisión por delitos vinculados a la corrupción y la evasión fiscal. El fallo, emitido por la Sala IV del máximo tribunal penal, ratificó la sentencia de cuatro años y seis meses de prisión dictada por el Tribunal Oral Federal N° 4, así como una multa económica equivalente a tres veces el monto de las operaciones de lavado.

La investigación judicial determinó que Báez, a través de un entramado de sociedades y testaferros, adquirió una estancia de 150 hectáreas en Uruguay por 14 millones de dólares de origen ilícito. La maniobra incluyó la utilización de firmas como Traline S.A., Jumey S.A. y Helvetic Service Group para ocultar la identidad del verdadero propietario de los fondos. Además, se comprobó que el empresario patagónico repitió este esquema en otras operaciones inmobiliarias, tanto en Uruguay como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El tribunal también confirmó las condenas de otros implicados en la estructura de lavado, como Daniel Pérez Gadín, Jorge Chueco, Santiago Carradori, Maximiliano Goff Dávila y Alejandro Acosta, mientras que absolvió a Oscar Guthux por considerar que existía "duda razonable" sobre su participación. El decomiso de bienes supera los 61 millones de dólares, incluyendo propiedades y fondos tanto en Argentina como en el exterior.

La defensa de Báez argumentó que los hechos ya habían sido juzgados en la causa "La Ruta del Dinero K" y cuestionó la jurisdicción argentina sobre delitos cometidos en Uruguay. Sin embargo, la Cámara de Casación desestimó estos planteos, señalando que se trataba de hechos independientes y que la maniobra tuvo impacto en el orden económico y financiero argentino. Además, se valoró la colaboración de la Justicia uruguaya en el avance de la causa.

Este fallo es considerado por diversos sectores como un paso importante en la lucha contra la corrupción y la impunidad en la Argentina. La resolución también habilita la ejecución de bienes decomisados y deja abierta la posibilidad de unificar las penas de Báez en las distintas causas en las que fue condenado. El caso "El Entrevero" se suma así a otros expedientes emblemáticos que marcaron la agenda judicial en los últimos años, reflejando la complejidad de las maniobras de lavado de dinero y la cooperación internacional en la persecución de estos delitos.