Un nuevo episodio de violencia conmocionó a la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, cuando una discusión entre vecinos terminó con la muerte de un hombre. El hecho ocurrió el martes por la noche en la calle Ruiz Díaz de Guzmán 240, en el barrio San Martín, donde Mario Alan Rolón, de 33 años, recibió un disparo en el abdomen tras una pelea con su vecino, Carlos Alberto Ferreyra.

Según informaron fuentes judiciales y policiales, el conflicto se originó luego de que el perro de Rolón mordiera al hijo de Ferreyra. Este último, molesto por la situación, se dirigió a la vivienda de Rolón para reclamarle. La discusión escaló rápidamente y, en medio del altercado, Ferreyra extrajo un arma de fuego y disparó contra su vecino.

Rolón fue trasladado de urgencia al Hospital San Antonio de Padua, donde fue sometido a una cirugía debido a las graves lesiones internas provocadas por el proyectil. Pese a los esfuerzos médicos, la víctima falleció en la mañana del miércoles.

La Policía detuvo a Ferreyra poco después del hecho. El hombre fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y permanece alojado en la Alcaidía de la Unidad Departamental, a la espera de ser indagado por la Fiscalía de Instrucción N°3, que lleva adelante la investigación.

El fiscal Pablo Jávega, a cargo del caso, señaló que hasta el momento no hay indicios de participación de terceros y que el hecho parece circunscribirse a una disputa entre víctima y victimario. "Del resultado que se fue obteniendo de los elementos probatorios se pudo determinar que se trataría de un conflicto vecinal, que habría tenido como disparador a un can", explicó Jávega.

Este caso se suma a otros episodios recientes de violencia urbana en la ciudad, como el ocurrido la semana pasada en la misma zona, donde un hombre resultó gravemente herido tras una discusión por el robo de cables. La reiteración de estos hechos ha generado preocupación entre los vecinos y reavivado el debate sobre la portación de armas y la resolución de conflictos cotidianos en la región.

La investigación continúa con la toma de testimonios y la recolección de pruebas, mientras la fiscalía indaga posibles antecedentes del agresor. El caso pone nuevamente en foco la problemática de la violencia barrial y la necesidad de abordar las causas subyacentes que la alimentan.